viernes, 15 de junio de 2012

Meditar con Música

  Meditar con música es una muy buena opción para relajarse, sobre todo para los melómanos y gente aficionada a la música. Ya que la música, bien usada, puede producir efectos muy relajantes a nivel muscular y mental, resulta un excelente aliado para momentos de meditación y relajación.

  Ahora, hay que cuidar ciertos detalles al buscar esto: Primeramente, la música tiene que intentar ser del tipo instrumental , sin líneas líricas. Esto es para intentar relajar aún más a la mente. La lírica corresponde al hemisferio cerebral izquierdo, quien es el encargado de la parte razonal y simbólica. Al escuchar lírica, y por ende escuchar palabras, nuestro hemisferio izquierdo se activa y rápidamente intenta convertir lo que escucha en símbolos, y darle un sentido a los símbolos. Así, podremos estar estimulando esta parte y al final no poder conseguir relajarnos al 100%.

  También, aparte de ser instrumental, debe ser tener un tempo bajo. Según mis observaciones, el tempo perfecto para la relajación es el larghetto, bastante lento pero lo suficiente como para seguir siendo estéticamente perfecto. Osea, músicas que sean relativamente lentas, pero tampoco tanto para terminar aburriéndonos y por ende concentrarnos en cualquier otra cosa.

 De igual manera, hay que cuidar la línea emocional de la música. Es mejor que no sea del tipo triste - suelen estar en tonalidades menores - o con sentimientos pesumbrosos. Tampoco es bueno que sean exaltantes como Beethoven. Lo que recomiendo, es ya conocer las músicas al menos de reojo, para no llevarnos una ingrata sorpresa en medio de nuestro intento de concentración. Una interrupción puede hacer que nos sea demasiado difícil, sino imposible, recuperar nuestro nivel anterior de concentración, meditación y relajación. Y esto puede resultar tan frustrante que nos hará dejarlo por el momento.

Recomendación: Busquen músicas de Bach y Mozart, sobre todo las orquestales o las que son de piano solo. También Chopin, y algunas sonatas más tranquilas y apaciguadoras de Beethoven pueden venirnos muy bien. Músicas New Age como Enya o Yanni son muy buenas opciones igualmente. Todo depende de qué nos guste, qué nos venga mejor, y qué conozcamos. Es importante abrirse a nuevas sensaciones, a fin de experimentar siempre cosas nuevas y poder mantener alto nuestro nivel de curiosidad y aprendizaje.


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